Los funcionarios federales advierten que en octubre se inicia el periodo más peligroso para la campaña electoral, donde el tiempo para reaccionar a la injerencia extranjera es escaso.
Las operaciones de influencia de China buscan socavar la fe pública en el proceso democrático, centrándose actualmente en las contiendas locales.
Rusia sigue siendo la amenaza de influencia más activa, intentando manipular la percepción pública bajo el mismo patrón de desinformación de elecciones anteriores.
El hackeo de la campaña de Trump por parte de hackers iraníes está vinculado al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, lo que plantea serias preocupaciones de seguridad.
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