Lurie enfatizó que los problemas de San Francisco pueden atribuirse a sus oponentes, señalando sus fracasos políticos, corrupción y escándalos éticos, declarando su intención de implementar un programa agresivo desde el primer día para abordar estos problemas. Durante su conferencia de prensa, mencionó que todos sus rivales han sido sancionados por la Comisión de Ética y se refirió a Mark Farrell como quien enfrentó la mayor multa ética en la historia de la ciudad, lo que subraya su enfoque en la limpieza de la política local.
Lurie subrayó en su rueda de prensa que la corrupción en San Francisco es un problema persistente que debe abordarse con urgencia. Destacó que, al asumir el cargo, erradicará prácticas corruptas, asegurando que su liderazgo proporcionará un cambio significativo. También destacó que el hecho de no haber ocupando previamente un cargo en el gobierno le permite tener una perspectiva fresca y ajena al sistema que, según él, ha estado marcado por corrupción y mala conducta ética.
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